El setlist de su concierto cambió y ofreció éxitos de antaño

Guadalajara, México (15 noviembre 2006).- Emotivo concierto el de Morrissey hasta el punto de rasgarse las vestiduras como lo hizo el británico en "Let Me Kiss You" anoche en la VFG.

El ex líder de The Smiths se portó como un fregón, dramático y amante del paroxismo, y él se reconoció como tal en el cierre de su concierto.

"El cantante es un fregón", expresó en el mejor español que pudo masticar después de hora y media de hits de antaño y nuevos sencillos.

Steven Patrick Morrissey tardó en aparecer en escena.

Rompió la desesperación de sus fanáticos hasta las 21:40 horas cuando subió corriendo las escalerillas al costado derecho del tinglado con su saco negro y la camisa amarilla que más tarde desagarraría en pleno catarsis histriónico.

Lo recibieron las palmas, los gritos y los ramos de flores infalibles para que Morrissey volviera a la imagen de sus años mozos; ahora, no obstante, lucía como un hombre maduro, pulcro y con una voz que ha ganado en garbo a través de los años.

Desde el arranque, los ademanes y la teatralidad de siempre.
El cable del micrófono fue para Morrissey un gran látigo para someter a cinco mil personas y su español con dicción atropellada el arma para que cayeran a sus pies adultos y jóvenes recién iniciados en este pop británico desgarrador y melodramático.

El momento de la fotografía llegó con "First of the Gang to Die" y el performance de la bandera mexicana atada a su cintura a manera de falda con letras "loves" sobre el escudo nacional; el arrebato chovinista duró hasta que besó el estandarte y lo lanzó hacia el público que mantuvo las manos en alto en señal de devoción.

El mito se acicaló lo más que pudo después de cada arranque hasta que "Let Me Kiss You" lo dejó nuevamente con el cabello hecho un nudo y la camisa hecha un trapo bañado en sudor.

El setlist de su concierto en Guadalajara cambió con respecto a lo que entregó en conciertos de este año en otras latitudes, aquí sí cupieron los éxitos de antaño como "Everyday is Like Sunday" para dejar sin margen de reclamo a aquellos que antes del concierto esperaban escuchar de Steven

Patrick "Suedehead", "I Have Forgiven Jesus" o "There's a Light that Never Goes Out".

En su lugar, Morrissey entregó joyas como "How Soon is Now?", "Girlfriend in Coma" y un ícono más o menos reciente de su carrera solista, "Irish Blood, English Heart" como para no quedar en deuda.

Intercaló, obviamente, los temas de su nuevo álbum, Ringleader of the Tormentors, como el reciente sencillo "You Have Killed Me".

El performance de Morrissey comenzó allá afuera.

El cantante se hizo notar con las exigencias que dictó de antemano como no permitir que se vendiera carne en el exterior del recinto pues el olor a carne podría haber dejado a Guadalajara sin concierto del ex – Smith.

La arena acató, sin embargo, cada una de las peticiones de este playboy en extremo elegante y él respondió a su público con una dotación de frases en español y hasta un "México, México" que calentaron esa noche carente de carnes y fritangas.

En la pista no faltó quien resumió tal teatralidad y semejante entrega como "el mejor concierto del año en la VFG".